Yo caminaba como siempre a punto de entrar al infierno.. pero por la puerta de atrás, cosa que nadie se pueda dar cuenta.
Siempre revoloteaba alrededor... Siempre tan cerca, y al mismo modo tan lejos.
Casi como en el limbo.
El paraíso no era lo mio.. tenia demasiadas motas negras en la piel como para ser participe.
Un día caminando por ahí, casi llegando al precipicio.. me encontré con algo o alguien, a estas alturas no se... yo con una maquinita de hacer cagadas entre manos, "Eso" con tan solo un par de palabras para pronunciar.
Siempre fui terca. Basto con pensar que iba pelear conmigo, para que me pusiera en actitud a la defensiva... Sin embargo se desenfreno y grito una sola cosa, como si de tal modo quisiera que el mundo entero escuchase.
Y se me salieron solas.. todas las manchas de la piel.. y la sentí nueva, radiante, brillante.. "digna de".
Me mostró el cielo en un solo minuto.. y no le fue difícil convencerme de que me quedase allí.
Sin embargo nunca encontré la brújula en mi bolsillo, y aunque mirara todo el tiempo alrededor, jamas veía donde estaba parada realmente.
Enceguecida, atontada.. estúpida por demás como siempre!
El otro día me di cuenta, que el final de las historias no esta escrito.. y que en el mejor de los casos es mejor terminar con unos puntos suspensivos.
Las motas negras nunca se habían ido... solo era una corrección óptica frente al espejo de ilusiones.
La revolución tenia que empezar por adentro... desde lo mas profundo... y me rebalsan las ganas de mutar.
"...Tanto amigo enloquecido, que ya no puede soportar la pendejada de que TODO es igual, SIEMPRE igual, todo igual, TODO lo mismo..."
Siempre revoloteaba alrededor... Siempre tan cerca, y al mismo modo tan lejos.
Casi como en el limbo.
El paraíso no era lo mio.. tenia demasiadas motas negras en la piel como para ser participe.
Un día caminando por ahí, casi llegando al precipicio.. me encontré con algo o alguien, a estas alturas no se... yo con una maquinita de hacer cagadas entre manos, "Eso" con tan solo un par de palabras para pronunciar.
Siempre fui terca. Basto con pensar que iba pelear conmigo, para que me pusiera en actitud a la defensiva... Sin embargo se desenfreno y grito una sola cosa, como si de tal modo quisiera que el mundo entero escuchase.
Y se me salieron solas.. todas las manchas de la piel.. y la sentí nueva, radiante, brillante.. "digna de".
Me mostró el cielo en un solo minuto.. y no le fue difícil convencerme de que me quedase allí.
Sin embargo nunca encontré la brújula en mi bolsillo, y aunque mirara todo el tiempo alrededor, jamas veía donde estaba parada realmente.
Enceguecida, atontada.. estúpida por demás como siempre!
El otro día me di cuenta, que el final de las historias no esta escrito.. y que en el mejor de los casos es mejor terminar con unos puntos suspensivos.
Las motas negras nunca se habían ido... solo era una corrección óptica frente al espejo de ilusiones.
Siempre iba ser solamente esto.. lo que se ve y sin saber en donde.
La revolución tenia que empezar por adentro... desde lo mas profundo... y me rebalsan las ganas de mutar.
"...Tanto amigo enloquecido, que ya no puede soportar la pendejada de que TODO es igual, SIEMPRE igual, todo igual, TODO lo mismo..."