Definitivamente, nunca voy a ser yo la que termine de explicar esto.
No tengo ganas, ni tenes ganas de escucharme.
Nadie tiene ganas de dar respuestas a preguntas no formuladas, a misterios esotéricos (?) o a enigmas indescriptibles.. imperceptibles.
Nadie tiene ganas de saber lo que no lo involucra.
Los problemas van a parecer menos graves si son de otro y no propios.
Nacimos para lanzarnos las culpas unos a otros y desahogar así nuestros propios pesares y remordimientos, nuestras propias fallas.
Podría empezar por hacerte una lista interminable de frases echas que todos conocemos y que pegan genial con lo que pienso, pero TAMPOCO lo voy a hacer.
No voy a ser yo la que intente armar un rompecabezas que tiene las piezas del revés y desparramadas en todas direcciones, pegadas sobre una superficie con UNIPOX.
NO voy a ser yo la que revele los misterios que no tienen trascendencia.
Esa lista de pelotudeces que uno no anda diciendo todos los días, pero hace a cada instante.
No voy a ser yo la que de los motivos, las justificaciones, los pretextos, ni las excusas.
No voy a ser quien te escuche cuando solo tengas ganas de pronunciar palabras.
No voy a ser la que te sienta encima cuando tengas ganas de apoyarte sobre algo.
No voy a ser la que te lleves a la cama solo por dormir acompañado.
No voy a ser la que cumpla ni todas, ni una de tus fantasías.
No voy a ser la misera parte de ninguna ilusión.
No voy a ser parte de un ideal... y vos tampoco.
No quiero ser la que rompa la magia, haciéndonos entender que la realidad supera la ficción.
Haciéndonos saber que es lo que hay y no lo que pretendemos.
Que ni yo soy...que ni vos sos.
Que no somos, no existimos, nos inventamos y nos empecinamos en volver a inventar falsas teorías.
Que no estamos al alcance de la mano de nadie.
Y que la mejor manera, es ocuparse en cualquier actividad, practicando la indiferencia.
Hasta que pase, o lo deje pasar.
...Así estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto:"Infinita es la ausencia y eterna es la soledad".
No tengo ganas, ni tenes ganas de escucharme.
Nadie tiene ganas de dar respuestas a preguntas no formuladas, a misterios esotéricos (?) o a enigmas indescriptibles.. imperceptibles.
Nadie tiene ganas de saber lo que no lo involucra.
Los problemas van a parecer menos graves si son de otro y no propios.
Nacimos para lanzarnos las culpas unos a otros y desahogar así nuestros propios pesares y remordimientos, nuestras propias fallas.
Podría empezar por hacerte una lista interminable de frases echas que todos conocemos y que pegan genial con lo que pienso, pero TAMPOCO lo voy a hacer.
No voy a ser yo la que intente armar un rompecabezas que tiene las piezas del revés y desparramadas en todas direcciones, pegadas sobre una superficie con UNIPOX.
NO voy a ser yo la que revele los misterios que no tienen trascendencia.
Esa lista de pelotudeces que uno no anda diciendo todos los días, pero hace a cada instante.
No voy a ser yo la que de los motivos, las justificaciones, los pretextos, ni las excusas.
No voy a ser quien te escuche cuando solo tengas ganas de pronunciar palabras.
No voy a ser la que te sienta encima cuando tengas ganas de apoyarte sobre algo.
No voy a ser la que te lleves a la cama solo por dormir acompañado.
No voy a ser la que cumpla ni todas, ni una de tus fantasías.
No voy a ser la misera parte de ninguna ilusión.
No voy a ser parte de un ideal... y vos tampoco.
No quiero ser la que rompa la magia, haciéndonos entender que la realidad supera la ficción.
Haciéndonos saber que es lo que hay y no lo que pretendemos.
Que ni yo soy...que ni vos sos.
Que no somos, no existimos, nos inventamos y nos empecinamos en volver a inventar falsas teorías.
Que no estamos al alcance de la mano de nadie.
Y que la mejor manera, es ocuparse en cualquier actividad, practicando la indiferencia.
Hasta que pase, o lo deje pasar.
...Así estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto:"Infinita es la ausencia y eterna es la soledad".
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